
La escultura es obra del profesor de Bellas Artes, Juan Manuel Miñarro, realizada en bronce con una pátina quimica y corresponde al sentir del pueblo de Sevilla ante la figura del que fuera Pastor de la Iglesia Católica desde finales de los años setenta hasta 2005.
Juan Pablo II visitó en varias ocasiones la ciudad de Sevilla y siempre se quedó maravillado del pueblo sevillano. En Sevilla beatificó a Sor Ángela de la Cruz, siendo la primera vez que se realizaba un acto de estas características fuera de los muros Vaticanos.
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