
Mons. Lorca Planes felicitó al comenzar a las familias de los ordenados, asegurándoles que "no habéis perdido un hijo, sino que lo ha ganado la Iglesia". De este modo, remarcó que "quien les asegura el éxito en su trabajo es el Señor". "Ahora también va a abrazar a vuestros hijos la familia de la Iglesia". Añadió que "Dios les va a conceder, mucho más de lo que uno es capaz de imaginar".
El hecho de que la ceremonia se oficiara en San Mateo de Lorca, es significativo, como comentó el Pastor Diocesano. "Esta iglesia es signo de un esfuerzo de una gente, que habiendo pasado algo como es un terremoto, demuestra lo que es capaz de hacer". Señaló que "los lorquinos han sabido superar este momento dramático gracias a la Virgen María", ya que "Ella les ha protegido llevándolos al Corazón de Dios".
El Obispo animó a los nuevos diáconos a vivir "con los ojos bien abiertos mirando a Jesús". En este sentido, les habló de las enseñanzas del Señor, tomando en particular el modelo del Apóstol San Pablo, para que siempre tuvieran a Cristo en el centro de su vida.
El Obispo les comunicó que "os ordenáis para la Iglesia, para servir al Señor donde quiera". "Somos del Señor, y Dios no tiene fronteras; no las conocemos y no las necesitamos". Finalmente, les instó a renovar su sí a Dios, diciéndole: "Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad".
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