Desde que el Obispo de Osma-Soria convocara a todos los fieles de la Diócesis a una Misión diocesana para despertar a la fe, se ha recorrido un camino de sensibilización para trasladar la idea de que, “la misión no es un añadido circunstancial con que se adorna la Iglesia en ocasiones especiales”. La Iglesia que camina en Osma-Soria “siente el deber imperioso de repetir con san Pablo: «Ay de mí si no evangelizo (1 Cor 9, 16)», viviendo en un estado permanente de misión y saliendo al encuentro de las personas para comunicarles y compartir con ellas el don del encuentro con Cristo”. Un reto de tanta magnitud “exige agentes pastorales bien formados doctrinal, espiritual y pastoralmente, decididos a asumir su responsabilidad de sembrar el Evangelio de Jesucristo en todos los ambientes de la sociedad, con fuerza y entusiasmo misionero”.
Para alcanzar este fin se han creado en la Diócesis, en el contexto de la segunda etapa de la Misión diocesana, Escuelas de Evangelización a nivel de Parroquia o de zona pastoral en las que cerca de quinientos evangelizadores se forman -por medio de cinco catequesis preparadas por la Comisión- en las principales actitudes “que deben adornar a todo evangelizador: la escucha, el aprendizaje y el anuncio”. De ahí que el objetivo que se busca en la segunda fase de la Misión diocesana sea, “en fidelidad y obediencia al Espíritu Santo, animar y acompañar a cada bautizado a tomar con alegría, entusiasmo y fascinación su encuentro con Jesucristo vivo para que, en su proceso de conversión personal y eclesial, viva como discípulo misionero al servicio del Reino de la Vida”.
Las Escuelas de Evangelización son parte central de la segunda etapa de la Misión diocesana, orientada a la formación de los evangelizadores por medio del reencantamiento con la fe profesada y el cambio profundo del corazón de los agentes de pastoral. Durante estos cinco meses, hasta la Cuaresma de 2013, también se formará a los evangelizadores en el arte de visitar los hogares para, a partir de la Pascua del presente año,(abril de 2013), comenzar la segunda fase de este segundo periodo de la Misión: la visita a las casas y el contacto directo con las personas
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