El Centenario de la llegada de los restos mortales de los hermanos Bécquer a Sevilla se está conmemorando de diferentes formas dentro de la sociedad sevillana. Lectura de poemas en el Panteón de Sevillanos Ilustres o inauguración de azulejos y placas conmemorativas. Este es el caso de la Hermandad de las Siete Palabras, que aprobó en su último Cabildo de Oficiales la colocación de una placa conmemorativa de la estancia de los restos mortales de Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer en la Capilla de esta Hermandad en la Parroquia de San Vicente, antes de ser trasladados al Panteón de Sevillanos Ilustres.
El trabajo desarrollado por José Gestoso y Pérez y los hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, consiguieron que en 1913 fuesen trasladados los restos de Gustavo Adolfo y Valeriano Bécquer desde la Sacramental de San Lorenzo en Madrid hasta Sevilla, la ciudad que los vio nacer y donde reposan en el Panteón de Sevillanos Ilustres.
En el traslado de los restos mortales de los ilustres sevillanos, la Hermandad de las Siete Palabras jugó un papel importante. Desde las 17:00 horas del 10 de abril de 1913 hasta las 15:00 horas del 11 de abril, al no poderse realizar el traslado directamente desde la Estación de Córdoba o Plaza de Armas, hasta la Iglesia de la Anunciación, por la intensa lluvia que durante todo el día cayó en Sevilla, se tomó la determinación de instalar los féretros con los restos mortales de los Bécquer en la Capilla de las Siete Palabras de la Parroquia de San Vicente
De la Parroquia de San Vicente partió la comitiva que llevó los restos mortales de Gustavo Adolfo Béquer y su hermano Valeriano, hasta la Iglesia de la Anunciación donde se encuentra el Panteón de Sevillanos Ilustres.
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