
La vida religiosa quiere ser signo vivo de la presencia de Cristo y responder a los retos que presenta hoy la Nueva Evangelización, desde unas estructuras renovadas y transformadoras, al servicio de la Misión, desde los distintos ámbitos donde cada comunidad se encuentra. Especialmente, quiere ser también imagen del “buen samaritano”, signo de esperanza que contagie el Amor y la Misericordia de Dios.
Según la hermana Carmen Pérez, misionera de la Doctrina Cristiana y presidente de CONFER-Huelva, “queremos caminar juntos como comunidades fraternas, como personas consagradas al Servicio del Reino y ser presencia viva de Cristo entre nuestros hermanos especialmente entre los más débiles y necesitados”.
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