viernes, 9 de noviembre de 2012

Mons. Asenjo bendecirá esta tarde la Imagen del Beato Juan Pablo II, que ya está en su hornacina


La Imagen del Beato Juan Pablo II ya se encuentra en su hornacina. Tras la mesa redonda que se celebró en la Capilla de La Estrella, los hermanos de la Corporación del Domingo de Ramos, dirigidos por los priostes de la misma, colocaron la Imagen del que fuera Papa de la Iglesia Católica desde 1978 hasta 2005, en la hornacina realizada a tal efecto por los Hermanos Caballero. La bendición de la Imagen y de la hornacina se llevará a cabo esta tarde a las 20:00 horas por el arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo Pelegrina.
Al término de la Eucaristía, dio comienzo en la propia Capilla de La Estrella, la mesa redonda sobre la vida de Juan Pablo II. Participaron en esta mesa redonda, Ignacio Jiménez Sánchez Dalp, Párroco de Santa María de las Flores y San Eugenio; Francisco Antonio Gutiérrez Alonso, Carmelita Descalzo del Convento del Santo Ángel y el periodista Ricardo Ríos Pérez

Abrió la mesa redonda el periodista Ricardo Ríos, quien trasladó a las personas congregadas en la Capilla, los días previos a la visita del Santo Padre a Sevilla en 1982, su primera visita a la capital hispalense. Narró lo vivido y trabajado para retrasmitir a Sevilla aquellos acontecimientos, la beatificación de Sor Ángela de la Cruz y la expectación que levantó en Sevilla la visita de un Pontífice.

Por su parte, el sacerdote Ignacio Jiménez Sánchez Dalp, expuso los momentos vividos junto a Juan Pablo II. Dijo ser uno de los seises que bailó en el real de la Feria en la Beatificación de Sor Ángela de la Cruz. Después, en su visita a Sevilla en 1993 al Congreso Eucarístico, también colaboró en la organización del acto en el Real de la Feria y le siguió a Toledo donde vio que su vocación no estaba en la judicatura, y sí en el sacerdocio. Narró diferentes momentos de la vida del Santo Padre que le marcaron su vida para los restos.

Por último, el Padre Francisco Antonio Gutiérrez Alonso, carmelita, desveló la intención que tenía Juan Pablo II, una vez ordenado sacerdote, de ingresar en la Orden del Carmelo, pero se lo prohibieron los propios responsables carmelitas. Dijo que el aniño del pescador, que debe destruirse una vez fallece el Pontífice, en este caso dejó escrito Juan Pablo II que fuera impuesto a la Imagen de San José de Wadowice, su localidad natal, para que el Santo Patriarca de la Iglesia los tuviera. Esta Imagen está en el Convento Carmelita y el escapulario de la Virgen del Carmen que le impusieron de joven, también fuese llevado a la misma Iglesia donde se lo impusieron, Esto, en opinión del P. Francisco Antonio Gutiérrez, demuestran la gran devoción que el Papa Santo demostraba hacia la Orden del Carmelo.

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