"Me ha tocado la Lotería". "Lo primero que pienso hacer es pedirle a mi mujer que me haga un puchero". De esta forma tan natural y espontánea se expresa el preso que ha sido liberado por Nuestro Padre Jesús El Rico ayer Miércoles Santo.
G.R.E.J., de 33 años, condenado por un delito contra la salud pública, por el que se le impuso cuatro años y medio de prisión, ingresó en la cárcel de Alhaurín de la Torre en 2012.
El recluso, casado y con dos hijos de seis años y ocho meses, ha cumplido ya un año y medio de la condena impuesta, que concluía en 2016. Precisamente conoció a su segundo hijo estando en la cárcel.
Según explicó ante el director de la prisión y el hermano mayor de la Cofradía de El Rico, los problemas con la droga le llevaron a delinquir. "La condena me partió la vida en dos pero ahora gracias al indulto pienso recuperar el tiempo perdido", dijo a los periodistas, a los que confesó que se encuentra totalmente rehabilitado de la adicción a las drogas.
Durante su estancia en prisión, G. R. ha participado en numerosos cursos y ha realizado estudios en el centro. "Se trata de una persona que se ha mostrado muy participativa, ha hecho infiinidad de cursos, entre ellos de pintura y albañilería".
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