sábado, 27 de abril de 2013

El Papa Francisco dedica el dinero extra de los trabajadores vaticanos por su elección a obras de caridad

El bono extra, que se viene pagando desde hace años siempre que se produce la transición de un Papa a otro, suma unos 6 millones de euros, y corresponde a las horas trabajadas fuera de jornada y el esfuerzo que supone gestionar la Sede Vacante. En 2005, según informa Aica, los empleados vaticanos recibieron 1.000 euros cuando falleció Juan Pablo II, y otro cheque de 500 euros cuando fue elegido Benedicto XVI. Como en el Vaticano trabajan unas 4.500 personas, una paga similar supondría un desembolso de algo más de 6 millones de euros. Pero el Papa prefirió que ese dinero se dedique a obras de caridad.

Un mes después de su elección, el Papa visitó la Secretaría de Estado del Vaticano y agradeció a todos sus empleados el trabajo y las horas extra durante este período de transición. Les dijo que ese trabajo hecho de corazón no se puede pagar con nada, salvo con un agradecimiento también de corazón. Y los empleados estuvieron de acuerdo. Una cifra, que sin ser simbólica no sirve para acabar con la pobreza en el mundo -es la misma que los obispos españoles cedieron este año a Cáritas-, pero que revela un gesto decidido por los más necesitados, a quienes el Papa quiere dedicar su Pontificado. Y una señal en un momento de dura crisis, que quiere colocar en el centro a los pobres.

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