La Santísima Virgen de las Angustias, Titular de la Hermandad de Los Gitanos de Sevilla, reinó en la ciudad. Pasadas las 18:30 horas, la Santísima Virgen salía de la Iglesia Catedral de Sevilla, donde la esperaba una gran multitud de personas que deseaban vivir momentos históricos que quedarán guardados en la retina de cada uno de los allí presentes. Con elegancia, sabiendo lo que estaban viviendo y a quien llevaban encima, los costaleros de María Santísima de las Angustias demostraron a la ciudad el buen hacer de la Hermandad. Sin prisas, recreándose, disfrutando el momento y haciendo disfrutar a las personas que a lo largo del recorrido se congregaron para ver a "Las Angustias" de los Gitanos.
Despacio, muy despacio, el palio de la Santísima Virgen de las Angustias entró en el anden del Ayuntamiento, donde la esperaba el alcalde de la ciudad, Juan Ignacio Zoido, acompañado del Delegado de Fiestas Mayores, Gregorio Serrano y la Delegada del Casco Antiguo, Amidea Navarro. Allí a las puertas de la "casa de todos", el primer edil hispalense regaló a la Santísima Virgen un centro de rosas blancas, que fue depositada a los pies de la Virgen de las Angustias. Del anden del Ayuntamiento hasta el Santuario de Los Gitanos, fue toda una apoteosis gitana, cargada de un sentimiento que a lo largo del recorrido afloraba en los corazones de los que seguían a la Santísima Virgen.
Mucho antes, por la mañana, a las 12:00 horas, al ángelus, el vicario General de la Archidiócesis de Sevilla, Teodoro León presidió la Misa Estacional conmemorativa del XXV Aniversario de la coronación canónica de la Santísima Virgen en la Catedral de Sevilla. Una Catedral que no registró el número de personas esperadas, a juzgar por los claros y sillas vacías que se pudieron ver en el interior del templo.
Los cofrades sevillanos y cualquier personas llegada de diferentes puntos de España, guardarán en sus retinas lo vivido ayer por la Hermandad de los Gitanos.
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