![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitFE8v4rRoZ11QfkjeH7rRx6yU-MybVLs7LFwsakkdrRwbmdRaS8y5vth0FHhhrjX6P7wNVwe_ogCf-ddSAxfGaMWkgjzeCiTq1lEhSSMzahzWTSpx-bwFrAf8EactDlVqcwm270RudIk/s200/OBISPOS+DE+LA+UNI%C3%93N+EUROPEA.jpg)
Los asuntos tratados en estas sesiones otoñales han sido de diverso género, pero la cuestión que ha llevado mayor tiempo y que, de algún modo ha centrado la discusión y los debates de los Obispos han sido las migraciones y, en particular, la inmigración a la Unión Europea de miles de inmigrantes africanos y del Asia que están llegando desde hace años de forma ilegal a los países de la Unión.
Desde que el naufragio que costó la vida a más de 300 personas que habían intentado en vano llegar a la isla italiana de Lampedusa, el 3 de octubre último, las migraciones se han convertido en el tema número uno en todos los países europeos. Esta tragedia ha tocado todos los corazones, pero también ha focalizado los espíritus sobre la angustia de los emigrantes y la forma en que son tratados.
Sin embargo, el hecho de que más de 20.000 personas se hayan ahogado en los últimos años en su intento de atravesar el Mediterráneo, debe hacer reflexionar. Esto explica que los Obispos hayan dedicado su asamblea de otoño al estudio del fenómeno actual de las migraciones y del asilo en el marco de la UE.
Una aproximación más humana a las migraciones
Es importante tener presente la distinción entre migración regular e irregular. Los Obispos estiman que considerando incluso que el cuadro legal ha de ser respetado, se hace necesaria una mayor flexibilidad y apertura a situaciones humanas particulares. Uno funcionario de la Comisión Europea (Dirección General de Asuntos internos) el marco legal en el que se afronta la cuestión de la migración y el asilo. Si bien se cuentan con instrumentos jurídicos comunes en teoría, cada uno de los Estados miembros los aplican de modo dispar.
De este modo, los Estados miembros mediterráneos tienen el sentimiento de cargar con una parte demasiado pesada del fardo. En esta situación, los obispos han recibido una carta de sus hermanos malteses, solicitando mayor solidaridad para con su país. Es, por tanto, del todo esencial que los Estados miembros sean del todo solidarios entre ellos.
Siempre que se diera un cuadro de vida pacífica o las condiciones económicas y sociales en su propio país de origen que lo permitieran, es cierto que la mayoría de los candidatos a la emigración preferirían quedarse en su propia casa para continuar viviendo con sus familiares. Por ello, una mayor ayuda a los países de origen podrían incitar a los candidatos a la migración a quedarse en su propia patria.
Los Obispos consideran que se hace necesaria una política de ayuda coordinada a los países de origen y de tránsito para contener y encauzar los flujos migratorios. Razón por la cual se hace necesario desarrollar una política migratoria en la UE más coherente, que esté por principio coordinada con otras políticas de la Unión (en particular las políticas comerciales, de cooperación y de asuntos extranjeros).
La COMECE insiste en la puesta en práctica de un planteamiento más humano de las políticas de migración y asilo, y contar con proposiciones en este sentido que supongan un cambio esencial en 2014 en la futura Política de Asuntos internos.
Los Obispos han examinado asimismo la experiencia práctica de la Comunidad autónoma de Madrid en términos de integración de los inmigrantes. Las autoridades regionales y locales son, en efecto, los actores clave de la integración de los emigrantes. Las comunidades parroquiales pueden ellas mismas, jugar un papel crucial en la acogida y la integración de los inmigrantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario