martes, 28 de enero de 2014

La Diócesis de Huelva experimenta un aumento de otras religiones

La Diócesis de Huelva ha experimentado en los últimos años un cambio profundo con la llegada de inmigrantes procedentes, principalmente de Rumania, nuevos países del Este, Marruecos, Ecuador, Colombia y otros países de Latinoamérica. La presencia entre nosotros de ortodoxos y musulmanes ya resulta cotidiana, así como el aumento del número de comunidades cristianas pertenecientes a Iglesias Evangélicas.
El establecimiento de Comunidades cristianas no católicas en el ámbito de lo que hoy es la Diócesis onubense, data de finales del siglo XIX, y llega con el asentamiento de los ingleses en la explotación de Minas de Riotinto. Sin embargo el arraigo entre la población fue escaso. Al pasar las explotaciones mineras a empresas españolas, incluso experimentó un claro retroceso.

Pero debido a la llegada de inmigración, en los últimos años, provocando en estas personas el desarraigo de sus propias raíces cristianas hacen que otras confesiones atraigan a sus filas personas que no encuentran cobijo religioso en nuestras parroquias católicas. Es un fenómeno a tener en cuenta en nuestra pastoral, pues existen en las grandes poblaciones de la diócesis y en la capital comunidades importantes de evangélicos.

También comprobamos el número creciente de ortodoxos debido a la inmigración proveniente del Este. Muchos de ellos temporeros que algunos meses al año viven en nuestros pueblos y campos para las campañas agrícolas de los frutos del regadío e incluso ya del secano, que son difícilmente evaluable, y que pertenecen a otras iglesias, como es el caso de numerosas personas de etnia gitana miembros de la Iglesia Evangélica de Filadelfia.

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