El Papa Francisco acudió ayer viernes por sorpresa al comedor donde almuerzan diariamente los trabajadores de la Santa Sede para sentarse a su misma mesa y comer con ellos como un operario más. Según ha explicado el chef Franco Paìni, el Pontífice llegó, se puso a la cola para coger la comida, colocó el vaso y los cubiertos en su bandeja y le han servido pasta y merluza. "Con normalidad, como el más humilde de los trabajadores", ha explicado Paìni recordando el momento en declaraciones a Radio Vaticana recogidas por Europa Press.
Según ha precisado el chef, los trabajadores se han presentado y Francisco les ha preguntado por su empleo y ha elogiado su labor. Tras una hora de almuerzo, el Papa les ha dado su bendición, se ha hecho unas fotos con ellos y se ha marchado.
"¡Quién iba a esperar que el Papa iba a venir a comer con nosotros! ¡Ha sido una sorpresa! Ha sido una de las satisfacciones más grandes que uno puede tener", ha asegurado este trabajador, aún emocionado por la visita. (ID/Ep)
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