La Virgen de la Consolación, patrona de Molina de Segura, regresó a su ermita en romería desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, clausurando así las fiestas que durante estos días se han celebrado en su honor. El Obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca Planes, presidió la Eucaristía de las 12:00 horas, acompañado por el párroco de Nuestra Señora de la Asunción de Molina de Segura, Ramón Jara; así como por los párrocos de Molina y sacerdotes hijos del pueblo.
El Obispo habló de la caridad, que es la virtud teologal que cierra el plan pastoral de estos últimos años, y hacia la cual irán enfocadas todas las celebraciones y actividades diocesanas de este curso. "Hay que hacer un monumento a los de corazón grande", explicó, haciendo referencia a aquellos que entregan su vida por amor a los demás. "Dios mira nuestro corazón y sabe cuáles son nuestras necesidades. Por eso recurramos a la misericordia divina, siendo misericordiosos con los demás, no nos podemos desentender de ellos".
Asimismo, Mons. Lorca animó a los molinenses a permanecer cercanos a María, ejemplo de fe y valentía: "Bendecimos a María porque es madre de misericordia y madre de consuelo. Conoce hasta donde ha llegado la misericordia de Dios: hasta dar su vida en una cruz". También les pidió a los presentes que rezasen por la Diócesis: "Os voy a pedir que vosotros, que estáis tan cerca del corazón de María, oréis por nuestra Iglesia de Cartagena".
No hay comentarios:
Publicar un comentario