La Hermandad de la Macarena, cerraba un año repleto de salidas procesionales con la de Nuestra Señora del Rosario el último domingo del mes de octubre. Fiel a la tradición, la Santísima Virgen salió de su Basílica para reencontrarse con un fervor macareno que, meses antes, había vibrado con la Esperanza en las calles de Sevilla, con el besamanos en la Parroquia del Sagrario, el Triduo en la Catedral o la Misa Estacional en la Plaza de España. Ahora quedaba el barrio, sus devotos más fieles que la tienen por vecina y para ello, que mejor que la Santísima Virgen del Rosario que con el Niño Dios dormido en su brazo, transitó por un recorrido que para muchos fue calificado "de los mejores" por donde ha pasado la Virgen.Acompañada por la Banda del Carmen de Salteras, la Santísima Virgen del Rosario puso aires macarenos en su Barrio, llevó la esencia de esta Hermandad a sus vecinos y vibró, de nuevo, a su paso por calle Parras y ver las muestras de gratitud que caían del cielo en forma de pétalos de flores. Así es el barrio de La Macarena, que tiene por bandera la esperanza.
Tres horas estuvo paseando el barrio la Santísima Virgen del Rosario, pasando por calles como Parras, Señor de la Sentencia, Torres y volver por Bécquer a su Basílica, visitando nada más salir la Parroquia de San Gil, que cobijó durante siglos a la Hermandad de la Macarena.
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