domingo, 9 de noviembre de 2014

La comunidad Dominica de Santa María de Belvís en Santiago de Compostela agradecen el Año Jubilar por los 700 años de fundación

La comunidad de Monjas Dominicas de Santa María de Belvís, en Santiago de Compostela, ha agradecido en una Carta Abierta el Año Jubilar que se clausurará este próximo día 31 de diciembre. Desde comienzos de este año, la comunidad ha conmemorado los 700 años de la fundación del monasterio, que se produjo en el año 1314 por las monjas del Monasterio de Santa María de Zamora. En el templo, como es sabido, se venera a la Virgen del Portal, la figura cuyo hallazgo motivó la fundación del convento en el siglo XIV.
En la carta, firmada por la Madre Catalina Lago Esperante, priora del Monasterio de Santa María de Belvís, se indica que “todo este año de Jubileo ha sido de una riqueza inconmensurable. Alabanza, Perdón y Gracia: tres regalos que Dios ha ido derramando a cada uno de los peregrinos que se han acercado. La comunidad dominica contemplativa se ha visto enriquecida desde el momento que se puso a trabajar para acoger a todas las personas que han querido vivir este Jubileo. Un trabajo a veces “no visible” que se ha desarrollado día tras día desde nuestro convento pero con la certeza de que “Dios ama al que da con alegría”. La priora recuerda, además, que “en este Año de Gracia, el Señor también nos ha bendecido con el don de tres hermanas que se han consagrado a Él para siempre con el compromiso de los votos perpetuos y con la Profesión Temporal de una hermana nuestra, que, tras sus dos años de noviciado, se compromete a vivir los consejos evangélicos de pobreza, castidad y obediencia”.

El pasado día 25 de noviembre de 2013, la Penitenciaría Apostólica de la Santa Sede concedió el Decreto de Indulgencia Plenaria, en las “condiciones acostumbradas (Confesión, Comunión y Oración por la intenciones del Sumo Pontífice), que podrá ser ganada por las Monjas del Monasterio de Santa María de Belvís, por cualesquiera otros fieles cristianos verdaderamente arrepentidos y que podrá ser aplicada como sufragio por las Benditas Almas del Purgatorio, siempre que se visite piadosamente la Iglesia Conventual de Santa María de Belvís, asistiendo a algún acto de culto que allí se celebre, o al menos dedicando un tiempo prudencial a piadosas consideraciones que terminarán siempre con el Padrenuestro, el Credo e Invocaciones a Nuestra Señora del Portal y a Santo Domingo”, tal y como se puede leer en el citado decreto.

Fundado en el siglo XIV por Teresa González, el monasterio fue reedificado en época barroca por el arzobispo mexicano Monroy, de la orden de los Dominicos. La iglesia es obra de Fernando de Casas y Novoa. Lo más destacado del edificio es la fachada del comulgatorio en la que Fernando de Casas utiliza su característica decoración geométrico-vegetal.

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