La Casa Madre de las Hermanas de la Cruz, fue el escenario designado por la Delegación Diocesana de Ecumenismo y los armenios apostólicos residentes en Sevilla para celebrar la eucaristía con motivo del primer Centenario de los Mártires de Armenia. En el acto eucarístico participaron más de 60 armenios y la celebración contó con los cantos de las Hermanas de la Cruz.
El delegado de Ecumenismo, Manuel Portillo, presidió una Eucaristía en el curso de la cual se leyó una de las lecturas en armenio, y al final se rezó una oración a la Virgen compuesta por San Gregorio de Narek, monje del siglo X declarado recientemente doctor de la Iglesia por el Papa Francisco.
Los asistentes se unieron de esta forma a la concelebración que presidió el Papa Francisco con el patriarca armenio católico B. Narcés Pedros Tarmouni, en presencia del patriarca apostólico armeno Karekin II, el patriarca armeno apostólico Aram I y el presidente de la República de Armenia, Serž Sargsyan. El pueblo armenio fue el primero que aceptó la religión cristiana, en el año 301.
En su homilía, el Papa animó a los armenios a conservar la herencia de su fe y de la historia de su pueblo: “Elevamos la oración cristiana de sufragio por los hijos e hijas de vuestro amado pueblo, que fueron asesinados hace cien años. Invocamos a la Divina Misericordia, porque ayudan a todos nosotros en el amor por la verdad y la justicia, para curar cada herida y acelerar gestos concretos de reconciliación y paz entre las Naciones”.
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