“Manos Unidas basa su trabajo en el Evangelio y en la Doctrina Social de la Iglesia, que son los motores que le ayudan a luchar para que los pueblos más empobrecidos alcancen su desarrollo y son una fuerza imparable que predispone a la solidaridad, al compromiso con los demás y al servicio infatigable a nuestros hermanos. Y por eso, en el Evangelio encontramos las razones por las que Manos Unidas sitúa a la persona en el centro de todo su quehacer, procurando su desarrollo integral y no sólo el económico” (Fragmento del editorial del Boletín oct-dic 2012 de Manos Unidas). Sobre esto y otras cosas reflexionamos el pasado 28 de noviembre en el encuentro diocesano anual que reúne a los miembros de la sede local de Manos Unidas en Málaga y de las distintas delegaciones comarcales a las que este año se suma Melilla. Hicimos balance de la Campaña 53 “La salud, derecho de todos: ¡Actúa!” vinculada al ODM 6: combatir el VIH/Sida, la malaria y otras enfermedades, que motivó el XI Foro Internacional de Manos Unidas cuyo acto central se celebró en mayo en la Universidad de Málaga y recordamos las muchas actividades que organizaron los voluntarios y colaboradores gracias a las cuales se dan a conocer las enormes dificultades de nuestros hermanos pobres y se recauda dinero para sostener los proyectos de desarrollo. También se presentaron las cuentas del 2011 y se adelantaron los datos aún incompletos del 2012: constatamos que en la línea de austeridad y sobriedad que caracteriza a la Organización se redujeron aún más los gastos de funcionamiento de la sede los cuales constituyen un 5,6% de los ingresos pero, éstos, también han descendido y eso significa que saldrán adelante un número menor de proyectos que son la única esperanza de muchas personas que malviven en el abandono y la miseria. Es por ello que en el mes de noviembre se ha puesto en marcha la campaña: “un amigo, un socio” solicitando, mediante una carta dirigida a los socios de Manos Unidas, que difundan el trabajo de la asociación en su entorno más cercano para conseguir un aumento del número de colaboradores.
SUMA PARA RESISTIR
También existe la versión on-line de la campaña: "suma para restar" a la que se accede a través de www.manosunidas.org. Disfrutamos ese día del testimonio del Padre Paúl José Mª López de la Fuente, vicario parroquial de San Miguel de Miramar que hace apenas cuatro meses regresó de Madagascar tras más de 30 años de ejemplar servicio a los pobres –gracias de nuevo, padre– y compartimos la fe e ilusión renovadas de nuestra vice-presidenta Lourdes Sánchez del Pozo que el pasado mes de octubre realizó un viaje de formación a la India para visitar los proyectos que allí están en marcha. También presentamos la campaña informativa conjunta de 23 ONG sobre herencias y legados: “legado solidario.org” (www.legadosolidario.org) a la que Manos Unidas se acaba de adherir y que tiene como finalidad dar a conocer una forma más de colaboración muy arraigada en países de nuestro entorno pero que aún es poco frecuente en el nuestro, aunque va en aumento.
Conocimos los 14 Proyectos que la Delegación de Málaga, con la ayuda de todos, intentará sacar adelante durante el próximo año: seis en África (Burkina Fasso, Camerún, Angola, Rwanda, Mozambique y Senegal), seis en Asia (todos en la India) y dos en América (Méjico y Paraguay). No nos olvidamos de la IV edición del Concurso de Clipmetrajes de Manos Unidas: “Tu punto de vista puede cambiar el mundo” www.clipmetrajesmanosunidas. org, una actividad de sensibilización con vídeos de un minuto que ha logrado un gran alcance entre el público más joven y, por supuesto, presentamos la Campaña del año 2013: “No hay justicia sin igualdad”, será la número 54 y se centrará en el Objetivo de Desarrollo del Milenio nº 3 que promueve la igualdad entre los sexos y la autonomía de la mujer.
En fin, el 28 de noviembre fue un gran día de confraternización, de satisfacción por el trabajo hecho entre todos y de ilusión por el que habrá que hacer, un día de agradecimiento porque la oportunidad de luchar contra la pobreza de los que no vemos nos permite luchar contra la pobreza moral de nuestro propio egoísmo ¡qué grande es esto de hacerse bien a uno mismo haciéndoselo a los demás! Gracias, Señor.
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