lunes, 31 de diciembre de 2012

MIles de personas acudieron a la Fiesta de las Familias en la Plaza de Colón de Madrid

El Cardenal Arzobispo de Madrid, Mons. Rouco Varela, presidió en la mañana de ayer la tradicional Misa de la Familia en la conocida y popular Plaza de Colón de Madrid. Celebración Eucarística que comenzó a las 12:00 de la mañana y reunión en ella miles de personas llegadas de toda España.
El Cardenal Rouco Varela calificó este año 2012 de "critico y doloroso por tantos motivos" y habló de la familia cristiana como "la única sólida esperanza si contemplamos la realidad social y cultural que la envuelve, y lo fugaces e inoperantes que son las alternativas que se proponen para salir de la crisis de verdadera y honda humanidad que la caracteriza".
 
El arzobispo de Madrid dijo a los matrimonios presentes en la Plaza de Colón y a todos: «Vosotros sois la esperanza para hoy. Sed fuertes, sed valientes en la fidelidad y en la renovación constante de vuestro amor fecundo, como esposos y padres de familia». Y a la jerarquía de la Iglesia: «Seamos fuertes y valientes todos, todos nosotros con vosotros en la comunión de la Iglesia. Sería una gravísima responsabilidad pastoral y apostólica dejaros solos en esta situación tan dramática, producida por una crisis que os afecta muy directamente en lo económico, pero sobre todo en el reconocimiento social y cultural y jurídico que se os debe. Un crisis moral y espiritual que surge y que se plantea en sus orígenes como una crisis de fe con pocos precedentes en la historia de Europa y de España».  
 
Finalmente, Rouco se ha preguntado: «¿Es que alguien puede ser tan cómodo o tan iluso que se permita hablar de nueva evangelización o de misión en Madrid, en España, en Europa o en el mundo, sin el compromiso fuerte y valiente de las familias cristianas, con la transmisión de la fe en Cristo, en el Dios que es amor, a las nuevas generaciones?». Es necesario contar con la nueva evangelización de las familias cristianas para terminar con las «dramáticas situaciones que se derivan de la extrema facilidad con que se llega al divorcio, se rompen las familias, y se somete a sus miembros más débiles, a los niños, a una dolorosísima tensión interior». Así se acabará también con la «estremecedora tragedia del aborto».
 
El encuentro en la Plaza de Colón de Madrid había comenzado a las diez y media, con unas palabras de Kiko Argüello, el fundador del Camino Neocatecumenal. Argüello, en un momento de su charla, lamentó una Europa «llena de adulterios, de abortos, de fornicación, de divorcios, de incestos», pero a la vez invitó a dejarse convertir por Dios para salir de esos males.
 
También dirigió unas palabras monseñor Vicenzo Plagia, el presidente de Pontificio Consejo para la Familia. Recordó que María y José tuvieron problemas, pero no necesitaron de bienes, o de una casa, para formar una auténtica familia.
 
Con Mons. Rouco, concelebraron la Misa casi unos cuarenta cardenales y Obispos de España y Europa. Entre los fieles, además de la mayoría española, había grupos de Bosnia y Eslovenia, de Italia, de Francia y de Polonia, entre otros países.

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