
Mons. Asenjo hizo hincapié en la trascendencia de actos como el celebrado en el contexto social actual, “caracterizado por una tenaz e intensa secularización”. El prelado reafirmó la necesidad de “no esconder debajo del celemín este rico patrimonio” y de “dar a conocer la vida de los santos”, sobre todo teniendo como primeros destinatarios a los niños y jóvenes.
Más adelante, Mons. Asenjo destacó la riqueza que la Archidiócesis de Sevilla tiene en su santoral: “me parece prudente señalar que los santos y beatos sevillanos son el más grande y genuino patrimonio de la ciudad y la Iglesia de Sevilla, incluso –añadió- desde una perspectiva solamente civil”. “Los santos pueden suponer un motivo de interrogación para los que no creen o se han alejado”, destacó.
Finalizó su intervención felicitando a las religiosas, familiares de la sierva de Dios y personas vinculadas con el instituto religioso, por el inicio de una causa que deseó que fuera “un acontecimiento de gracia, una pascua para la congregación”. Se dirigió de forma especial a Concepción Montoto, religiosa archivera: “que Dios le pague sus trabajos y amor a las raíces históricas de su instituto”, concluyó.
En la capilla, llena para la ocasión, se encontraban la madre general de la congregación, Rosario Fernández; así como la provincial de las zonas Norte y Sur, Encarnación Corral y Cinta Bayo, respectivamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario