martes, 30 de septiembre de 2014

El Arzobispo electo de Madrid y Administrador Apostólico de Valencia se despide de la Virgen de los Desamparados

El arzobispo electo de Madrid y administrador apostólico de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha visitado la Basílica de la Virgen de los Desamparados para venerar a la patrona de Valencia, la Mare de Déu dels Desamparats, antes de presidir en la Catedral de Valencia una misa de acción de gracias y despedida después de cinco años y cuatro meses al frente de la archidiócesis valentina. Monseñor Osoro salió del Palacio Arzobispal hacia la Basílica de la Virgen de los Desamparados acompañado por los miembros del Consejo Episcopal de la archidiócesis y del Colegio de Consultores, y ha sido recibido a la entrada del templo por su rector, Juan Bautista Antón, y el clero de la Basílica.
Asimismo, al entrar en la Basílica, monseñor Osoro fue recibido por los fieles que abarrotaban el templo con un prolongado aplauso y ha permanecido unos minutos a los pies del altar, frente a la Mare de Deú, mientras intervenía la Escolanía de la Virgen. 

Posteriormente, el prelado firmó una dedicatoria en el Libro de Oro y, mientras los escolanes interpretaban el “Himno de la Coronación de la Mare de Déu dels Desamparats”, se ha dirigido a la capilla del “Cristo de la Coveta”, deteniéndose en numerosas ocasiones para saludar a los fieles que se acercaban a su paso y que se mostraban emocionados.

Una vez en la “coveta”, el prelado ha bendecido el relicario del Santo Cáliz con la reliquia de San Juan Pablo II que ha regalado personalmente a la Basílica.

A continuación, el prelado subió al camarín de la Virgen para venerar la imagen de la patrona de Valencia, momento que ha sido acompañado por un fuerte aplauso por parte de los fieles que abarrotaban la Basílica. Ante la imagen de la patrona permaneció orando unos instantes y, al final, ha besado la mano de la imagen y ha dejado su cruz pectoral a los pies de la imagen de la Mare de Déu. 

Antes de salir de la Basílica, el secretario de monseñor Osoro, Álvaro Álmenar, leyó a los asistentes el texto íntegro de la dedicatoria que el prelado escribio en el Libro de Oro de la Basílica, lectura que finalizó con un nuevo aplauso por parte del público.

Finalizada la visita a la Basílica, monseñor Osoro se dirigió a la Catedral para presidir la misa de acción de gracias y despedida y, nuevamente, durante el breve trayecto entre la Basílica y la Seo, saludó a muchas de las personas que le esperaban en la plaza de la Virgen.

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