La escasez del número de sacerdotes, el envejecimiento de la sociedad aragonesa, especialmente en las zonas rurales, y la cantidad de parroquias hacen que la vida del cura joven sea un reto constante. Estas son las realidades que convocan al Encuentro de Curas Jóvenes, que se celebra hasta hoy 8 de mayo, en Zaragoza, y que tiene como lema "La Unión y Cooperación Fraterna entre los Presbíteros".
El Encuentro alcanza su vigésimo tercera edición. En esta ocasión, los obispos de las diócesis aragonesas se reúnen con sus curas jóvenes, cincuenta curas menores de 35 años y ordenados en los últimos diez años, para reflexionar sobre las exigencias del ministerio sacerdotal y su plasmación concreta en el aquí y ahora de Aragón, de modo que el día a día sea enriquecedor para los propios sacerdotes y para las comunidades y aparroquias a las que sirven.
Además de la participación del arzobispo de Zaragoza, Mons. Jiménez Zamora, el encuentro concluirá con un retiro espiritual dirigido por Mons. Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón, que durante años ha sido director del Secretariado de Seminarios de la Conferencia Episcopal Española y rector del Pontificio Colegio Español en Roma.
El mayor número de curas jóvenes de Aragón corresponde a la Archidiócesis de Zaragoza: son un total de cuarenta y dos, de los cuales diez están en misiones o cursando estudios de especialización en universidades pontificias. El resto de los asistentes al encuentro se reparten entre las diócesis de Teruel, Jaca, Barbastro-Monzón, Huesca y Tarazona.
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